viernes, 15 de junio de 2012

VIRUS DEL TOMATE


Tomato Chlorotic Spot Virus



Entre las enfermedades virales que afectan al cultivo de tomate en Guatemala  se destaca la "peste negra", causada en nuestro país por los tospovirus tomato spotted wilt virus (TSWV), tomato chlorotic spot virus (TCSV) y groundnut ring spot virus (GRSV). El virus de la "peste negra del tomate", representa un importante impedimento para aquellos productores que quieren cultivar este tipo de planta, con baja utilización de agroquímicos.

·         CARACTERÍSTICAS DE LA ENFERMEDAD
Dado que el género Tomato Chlorotic spot virus es una especie que se define a principios de la década del 90, el relevamiento de los virus de este grupo que afectan al cultivo de tomate se establece la necesidad de medidas de control.



En el cultivo de Tomate, este agente etiológico (Tomato Chlorotic Spot Virus) forma parte del complejo, conjuntamente con el TSWV y el GRSV, responsables de la peste negra. También se le conoce con el nombre de marchitamiento, manchado o moteado.

Es considerado uno de los diez virus más importantes, por su distribución mundial y por los daños que causa a más de 650 especies de plantas.

·         DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA:
Los pertenecientes al serogrupo II: groundnut ring spot virus (GRSV) y tomato chlorotic spot virus (TCSV) solo se han encontrado en Brasil, Argentina y Sudáfrica.

·         HOSPEDEROS:
Tomate

·         SÍNTOMAS Y DAÑO:

Primero aparece un bronceado característico en la cara superior de las hojas jóvenes. También puede comenzar con un ligero encrespamiento de los folíolos y engrosamiento de las nervaduras, y posteriormente aparece el bronceado.
Asimismo las hojas presentan una tendencia a enrrollarse levemente hacia abajo y hacia adentro. La intensidad del bronceado depende en gran parte de las condiciones ambientales, pudiendo extenderse a toda la hoja, al pecíolo, tallo, pedicelo y cáliz.
A la vez se produce una detención del crecimiento (enanismo o achaparramiento), de manera que la planta enferma resalta entre las sanas por su menor desarrollo.
Cuando la infección se produce temprano, la enfermedad puede llegar a matar a las plantas, pues el bronceado desarrolla internamente una necrosis severa. La planta toma una coloración oscura por la muerte de los tejidos. Si la planta sobrevive los síntomas pueden tomar la forma de un pronunciado mosaico y alguna deformación de hojas.
En el tallo aparecen estrías necróticas en la parte superior, que se extienden hasta la parte media, al principio superficial, que luego profundizan hasta la médula. En los frutos se producen marcadas deformaciones, acompañadas de alteraciones en la coloración roja normal; aparecen áreas de un rojo más pálido, a veces amarillas o blanquecinas, de formas variadas, desde un moteado o manchado irregular a círculos concéntricos. Los frutos muy afectados se descartan al empacar el tomate pero persisten aquellos que presentan zonas amarillas y rojas en la epidermis. Estas coloraciones, en general no se observan durante la cosecha, intensificándose después al avanzar la madurez.

·         Ciclo de la enfermedad:

El virus se transmite por insectos vectores, exclusivamente algunas especies de trips de los géneros Thrips y Frankliniella, que sólo actúan como transmisores cuando se alimentan de plantas enfermas durante su estado larval. Después de un período de incubación en su interior, el insecto transmite el virus en todos sus estados, reteniéndolo durante toda su vida. No se transmite por semilla.

·         AGENTE CAUSAL:

Es un virus que se puede transmitir principalmente por su agente causal, los trips de los géneros Thrips y Frankliniella, los cuales al momento de tocar el tejido de la planta pueden transmitir el virus y causarle problemas a l cultivo de tomate, tal es el caso del moteado o marchitamiento de hojas.

·         TRANSMISIÓN:
ü  En la naturaleza la dispersión ocurre exclusivamente por los trips: Frankliniella occidentalis, F. schultzei, F. fusca, F. tenuicornis, F. intonsa; Thrips palmi, T. tabaci, T. setosus, Scirtothrips dorsalis.

ü  A pesar de existir transmisión comprobada en todas estas especies, Frankliniella occidentalis es reconocido como el principal vector de los Tospovirus.

ü  La transmisión es de tipo circulativa, persistente y propagativa, no se transmite a la progenie. El virus es adquirido solamente por el primer instar larval, ya que más adelante el patógeno es incapaz de pasar del intestino a las glándulas salivales. Sigue un período de latencia de varios días, siendo la máxima infectividad 22 a 30 días luego de la adquisición. Aunque las larvas al final del segundo instaren muchos casos  pueden transmitir, solo tiene importancia la dispersión realizado por los adultos ya que recién éstos poseen alas y pueden moverse a otras plantas.

·         DIAGNÓSTICO.
Se utilizan los siguientes elementos: síntomas, su distribución en la planta y en los órganos, la distribución de las plantas afectadas, bibliografía, serología, plantas indicadoras.

·         MANEJO: Es difícil por: cantidad de huéspedes y por diversidad de virus y de vectores.

ü  Control químico de trips: no es un control tan efectivo ya que muchas veces implica reiteradas aplicaciones y/o altas concentraciones (antieconómico y tóxico), a la llegada de trips desde otras plantas reservorio del virus, o que puede inocular el virus antes que el insecticida tenga efecto, si los trips se encuentran en lugares difíciles de acceder como la flor, y por lo mismo el virus va adquiriendo resistencia.

ü  Mulch de aluminio: reduje la captura de trips y la infección de TCSV en tomate.

ü  Destrucción de reservorios de virus, es difícil lograrlo totalmente por la gran variedad de especies que pueden albergar estos virus.

ü  Rogueing  que consiste en la eliminación de plantas enfermas, se recomienda al comienzo del cultivo, aunque no es seguro que tenga un efecto apreciable porque la mayoría de las nuevas infecciones pueden provenir de plantas fuera del cultivo.

ü  Selección de la fecha de siembra: puede ser efectivo pero el efecto varía de año a año.

ü  Aumentar la densidad de plantas en el cultivo puede contribuir a menor % de infección.


ü  Elección del cultivar es lo que tiene el mayor efecto: Fuentes de resistencia: Lycopersicon peruvianum, L. hirsutum, L. pimpinellifolium, L. esculentum.

ü  Genotipos con gen Sw-5 de Lycopersicon peruvianum presentan muy bajo % de plantas infectadas. Acumulación de partículas de virus resultan en síntomas en el fruto. No protege del GRSV. Posible menor afinidad con trips.

ü  Tomates del tipo platense o “araña” poseen otro gen que confiere la capacidad de tolerar la infección con poca disminución de rendimiento.

ü  Plantas transgénicas con gen que codifica proteína N y confieren resistencia debido a ARN o proteína formada. Puede dar resistencia a más de una especie de Tospovirus. También con ARNs defectivos interferentes, que dan retardo en aparición de síntomas y atenuación del daño.


·         CONDICIONES  PREDISPONENTES: 
Se dispone de cultivares tolerantes que tienen como característica distintiva que si la infección se produce durante el período de floración, desarrollan y producen normalmente.

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